sábado, 27 de diciembre de 2008

Fui todo; soy nada

Fui alfarero de casas ajenas en paja y cieno;
de las cunas de otros niños fui carpintero;
de amores que colapsaban un paciente consejero.
Pero mi mundo vacío no recibió nada de ellos.

Fui de las golondrinas el verano eterno,
de la madera mojada el mejor de los fuegos,
del amigo extraviado y enfermo su remedio.
Pero en mi soledad me está matando el miedo.

Fui padre en plenitud con mis errores y aciertos,
con mis ejemplos de vida pero verdades no tengo.
Sostuve mi cielo con tres pilares, uno se fue cayendo
asfixiado, contaminado, porque cedió mi suelo.

Fui amigo, esposo, amante y ermitaño por derecho;
rescato un par de virtudes que aprendí de mis viejos,
a dar amor y abrazos como ellos no me dieron.
Pero detrás de las puertas solo me esperan silencios.

Fui co-escritor de libros de vidas que míos no fueron,
abnegado y ejemplar artífice de manuales y libretos,
de epílogos y prefacios de conductas en compendios
y por quedarme vacío mi libro escribir no puedo.

2 comentarios:

Chiqui Abreu dijo...

Buena parte de ese libro está reflejada en esta poesía, tienes mil recuerdos que lo llenan, ahora busca el resaltador y empieza a subrayar cada segundo de tu vida, para que veas que no llenas un libro, sino varios, y buscarás hojas donde escribir nuevas historias!
Besotes,
Chiqui.-

Daniel dijo...

Si pudiese escribir mi libro diría que tuve un campo inmenso donde sembrá con generosidad del que sólo coseché nada, las cosechas se las llevaron otros.

Sos muy dulce, te quiero mujer.
Besos