jueves, 21 de mayo de 2009

La estocada final




Traje de luces, arena, lid de bestias;
en el ruedo alguien espera,
son muchos; voces, alaridos, lujuria latente,
el final se aproxima en la agonía
de los dos que hoy morirán en la nada.

Tirita la espera entre bambalinas,
la bestia dorada, adormecida,
sedada por la afeitada
que cercena su potencia
hoy no sabe de su suerte marcada.

Sale la bestia, desnuda, obnubilada;
golpea su incredulidad
la pared de las voces que reclaman
su sangre, su agónica derrota.
El espectáculo comienza.

La vergüenza, el dolor ajeno
alimenta los espurios deseos;
la bestia es sacudida en topetazos
entre capas y estoque;
banderillas y puya.

Juega la muerte sobre sus espaldas
certeras estocadas cercenan su piel,
desgarran músculos,
derraman ríos de sangre.
La arena clama su muerte, el premio final.

Derrotado en cuerpo y espíritu
dobla sus piernas, se entrega a la estocada;
el matador, apunta y salta
sobre su cuerpo casi yerto;
clava los cuernos en su garganta.

La multitud explota en las gradas,
la bestia es mutilada
cortan sus restos aún en vida,
ya sus reflejos murieron antes que el cuerpo
fue la última estocada.

Murió la bestia,
otra bestia su asesina tomándose revancha,
matador matado,
silencio en las gradas;
los toros ya se han marchado.

2 comentarios:

El gato escondido dijo...

Ojalá un día ese horror desapareciera, ¿sabes que muchas veces salí a las plazas a luchar por las vaquitas? je je siiii, y una vez logré quitarle de las manos la vara esa con la que las hieren a un mal hombre, se la quité delante de los cuernos de la vaca, me daba igual si ella venía, yo solo quise ayudarla y lo logré je je je je, también me entretengo a veces fastidiando a los cazadores, jiiii. Besitos.

Daniel dijo...

Vi tus proclamas en tu blog reclamando derechos y levantando la voz por otros; eso es muy loable amiga; ojalá se sumen voces a todos los reclamos por las injusticias.
Gracias por ser tan loquita como yo.
Un beso