Solidarias se despiertan,
pasan lista sobre la cara oculta
de la conciencia.
Las voces no profanas
se proclaman eruditas
en detrimento de lo absurdo.
Esas voces marcan oscuros,
querellan en albedrío,
se deslizan en calles de pies de brasas.
Señalan.
Provocan miedo, temblores.
Palpitan las angustias de sin razones.
Son las voces crueles
avistando lo profundo, lo que quema:
la flama incendiaria de la no vida
la cobarde inacción del cuerpo
la parálisis estentórea de la garganta,
la que niega;
no se asume autista.
Las voces y sus verdades
declaman la acción sobre el suicidio,
la posible muerte ensimismada.
Cuando sólo quede el aura de lo que fue
ellas serán quienes cierren la ventana
del despilfarro de ociosa vida
de quien se declare
en muerte crónica.
Escribirá
sobre la necia ceguera de lo que fue conciencia:
no abriste los oídos
no hiciste nada.
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4 comentarios:
Las voces y las verdades de tu poema han calado hondo en mi conciencia, en mi ánimo, en mi amanecer... Daniel, le escribís a la complejidad del hombre, hurgás en la psique de nuestro tiempo, abrazás con fuerza los hielos de la angustia, de los estancamientos, de las depresiones y con tu calor poético derretís todo eso...y le dejás a la conciencia, esas aguas de escorrentía, para que su caluroso trabajo las evapore...
Y yo, simple individuo que muchas veces ha dejado quemar su ritmo, te agradezco sobremanera este poema con sabor a tierno aviso de una realidad lacerante... y no sabés: "sobremanera" es poco, porque este texto ya navega en mis venas....
Tus voces me protegen del frío de mi madrugada.
Abrazo muy fuerte para ti Daniel.
Declamaré este poema con regularidad...
Pasamos tantos años desprotegidos de nosotros mismos; sentados sobre carbón encendido y curisamente no atinamos a corrernos para no sequir quemándonos. ¿Seremos (seré) de verdad un suicida? O como dice Cortés; ...todos los incurables tienen cura cinco segundos antes de la muerte...¿?
León, sinceramente me has maravillado con el autoanálisis de tu ritmo de vida o de estar estando.
Gracias por esta enseñanza que me has dejado.
querido amigo, no sabes las verdades de mi conciencia que proclama tu poesía,la cobardía de no poder cambiar los destinos signados,las ultimas palabras "no abriste los oídos- no hiciste nada", suenan acusadoras para mi-la rabia de no ver mas allá de las palabras....te admiro mi amigo por tocar mi alma,gracias
Abuela, todos llevamos negligencias acumuladas,ésta más bien es una autocrítica lapidaria sobre la mía. seguramente coincidirá con alguien más; estigmas de los humanos.
Gracias abuela, mi admiración te corresponde.
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