miércoles, 28 de octubre de 2009

La confianza

Se desprendió de reojo
vejada y abusada;
guarda reposo
en prolapso vegetativo
de un creo falso
uterino y abortado
por otra dudosa y ajena reputación
de incertidumbre dubitativa:

a desconfiar.

Alguien cegó su alborada
la razón de su razón,
desde entonces dudó
negó y cayó,
no se levantó más,
no como antes,
no como tantos antes;
ahora mira de reojo
desconfiada.

4 comentarios:

LEON PLATA dijo...

...cuando se rompe la confianza aparece el trauma...

Señor poeta, confío en sus letras... huelen mucho a humano, a psique, a vida verdadera...


Gracias de nuevo

Daniel dijo...

Equivocado o no, soy vida verdadera.

Gracias por acompañarme a creer.

La abuela frescotona dijo...

la confianza es compañera de la fe,cuando una se marcha, se lleva a la otra, como siempre eres maestro en conocimiento de la condición humana...un abrazo

Daniel dijo...

Sólo soy un desconfiado que sigue confiando.

Gracias.