sábado, 28 de noviembre de 2009

De parto

Estatuilla de chocolate sobre la cama
fecunda horas marrones y arrugadas;
calor sin brillo sobre la flama
derrite sabores entre piernas asombradas:
pare la vida preñada entre arrumacos,
de un lado el cielo,
del otro el ingreso al hueco de la duda;
desde la luz uterina húmeda y cálida
a la oscura nursery del mundo.

¿Dónde debo bajar de este tren de aguas?

Pregunta el eco desprendido de ternura.
Sus ojos sellados, inmaduros
no distinguen nada;
angustia ciega y el golpe que llega
artero, sacudiendo el sueño
en forma de nalgadas.

/ ¡Llora mi niño!
Necesitas contraseña
para respirarte vivo /

(Aunque la palmada te duela.)

6 comentarios:

Soledad Arrieta dijo...

Dulce por demás, precioso poema Daniel, una hermosura hecha ternura.
Cariños!

Daniel dijo...

Muchas gracias Sol por tu compañía.

Mi cariño.

LEON PLATA dijo...

El Psicoanalista Otto Rank se distanció de Sigmund Freud porque predicó que el acontecimiento más traumático para todo ser humano es el nacimiento... Freud dice que el trauma originario es el complejo de Edipo...yo estoy de acuerdo con Otto...Igual, qué importa...lo que interesa es que has publicado un poema irrepetible, que saca belleza de un acto humano tan convulso, tan salvaje, pero que a su vez prodiga ternura en derredor...

Te felicito, es un poema inolvidable.

Fuerte abrazo.

Daniel dijo...

Comparto totalmente tu opinión; creo y agrego que el segundo trauma es la muerte, que si bien nunca sabremos que se siente en ese momento, pero para algunos es padecerla por el resto de su existencia.

Gracias siempre por tu generosa visión y además diferente porque escarbas hasta la médula.

Mi abrazo.

La abuela frescotona dijo...

llegar al mundo de luz, con aplausos... y comienza la historia, a vivir ¡¡¡.tierno poema de vida

Daniel dijo...

Verdad, llega aplaudido y con dolor.
Rara recepción.
Gracias abuela, besos.