jueves, 31 de diciembre de 2009

Curvatura natural

Sigo las huellas; es el agua cantarina que me llama.
Son los pasos abandonados en la huída,
los muertos inesperados,
las sierpes enajenadas de los recuerdos secos;
el vetusto árbol anunciando el otoño de la vida.

Veo la luz desarmarse desde los ojos;
los amarillos turgentes desde los limoneros,
los rojos furiosos desde las cerezas de los labios,
el azul antártico de los verdes cipreses
que ya no cortan vientos ajenos.

Se desgasta la vara guía que sostiene,
que retiene la inclinación natural hacia la caída.
Se encorva el árbol que cae…que cae.

2 comentarios:

La abuela frescotona dijo...

ESTAMOS EN PLENO BALANCE ?.
YA DESCUBRIRÁS LA LUZ, DE CADA TIEMPO QUE LLEGA, EL DULCE CALOR DE LOS RECUERDOS, QUE AMORTIGUARAN LA CAÍDA.

VAMOS AMIGO, TU ERES DE LOS QUE JUNTAN EXPERIENCIAS, TODO LO QUIEREN VIVIR, HASTA EL DULCE OCASO DEL SOL

Daniel dijo...

A veces las experiencias nos haces seres útiles para los demás, no para nosotros.
Gracias nuevamente abuela.
Un besote y mi cariño.

Daniel