jueves, 24 de diciembre de 2009

Hoy, quizás mañana.

Intento la horizontalidad de la pendiente
para que no siga cayendo;
igual cae
por su propia gravedad.

Me aplasta oblicuamente
sobre el bisel de su filosa caída.
Recién entonces comprendo:
ya no pesarán mis fracasos.

2 comentarios:

Chiqui Abreu dijo...

Me gustan las figuras de este poema, pero el tema me inquieta, lo sabes, es una suerte de entrega, autoimponerse un coma, vegetar y mirar la vida tras nuestros propios párpados.
Besotes DDY,
Chiqui.-

Daniel dijo...

Tenía razón en mi comentario a la poesía anterior. Sabrías la respuesta.
Otro beso DDY sin litium.

Dann