sábado, 13 de marzo de 2010

Hablando con los muertos

Cuando ya sea mío el óxido de la tierra,
la tarde nefasta con sus duendes negros,
los que juegan a enarbolar lanzas de piedras
sobre un centro de carne arrugada
poblada de tubérculos de tierra contaminada.

Cuando sea el gusano de la fiesta,
de la sabrosa carne rapiñada debajo de lápidas;
las mutantes sombras harán el resto
ocultando el silencio de los muertos,
nuestros muertos,
los que murieron y morirán después del ocaso verde
musgoso del tiempo.

Entonces llegarán las alabanzas, las loas plañideras,
las que nunca en vida se dijeron,
porque es más sencillo hablar con muertos.
Cuando vengas con tus cirios, con tus falsas lágrimas
sembradas de desconsuelo,
entonces sabré que morir fue el mayor acierto.

12 comentarios:

Chiqui Abreu dijo...

Excelente, con el ímpetu de los justos.
El tiempo nunca se deja atrapar y, lo que no se dice en el momento, luego nos lo tragamos con clavos y espinas, para desgarrar esa garganta del destino que prefiere atarse la cuerdas vocales, antes de cantar lo que lleva dentro.
Besos,
Chiqui.-

Geles Calderón dijo...

Daniel, ¡chócala!

"....porque es más sencillo hablar con muertos
que enfrentar dos ojos vivos al descubierto."
Estas o parecidas palabras he pronunciado en algunas ocasiones delante de algunos seres cercanos, muy cercanos..., y siempre escuché decir: "Es que no hace falta estar demostrando lo que te quieren continuamente, eso se supone" ...

ufff...... yo quiero "sentir" el cariño aquí y ahora, cuando ya me haya ído NO LO NECESITARÉ porque ya NO ESTARÉ.

Genial tu *Hablando con los muertos*!!

Un abrazo.. de una viva!!

Geles

Daniel dijo...

Así es mi Chiqui; las bocas calladas a la hora de la vida terminan muriendo llenas de palabras inutiles.

Mi abrazo belleza.
Dann

Daniel dijo...

Geles, comprendí eso cuando mi madre se fue, quedó tanto amor por entregar y nada ni nadie puede modificar eso. Por eso no callo más.

Gracias por recordarme y volver.

Un abrazo.

Geles Calderón dijo...

Hola de nuevo Daniel, he vuelto... porque me apetecía, así de simple.

Mi madre está muy enferma desde hace siete meses y aprovecho en los intermedios de mi trabajo para ir a su casa y estar con ella... y todo el tiempo me parece poco; y todos los besos que la doy se me hacen escasos; y todos los te quiero que la digo no llegan a describir mi cariño por ella..... Pero ella me consuela con sus sonrisas, con sus miradas, un poco perdidas, de amor infinito....

Te comprendo cuando dices que "después de" ya no hay remedio. Daniel, la visita que hoy a mediodida haré a mi madre, tendré en mente a la tuya... y le llegará un guiño que la haré de tu parte. Ella se enterará, allá donde esté, que las dos sabemos lo MUCHO que la querias y sigues queriendo aunque ya no esté contigo.

Un fuerte abrazo.

Geles

Daniel dijo...

Nunca es suficiente el tiempo para dar ni agradecer, lamentablemente siempre es tarde cuando nos damos cuenta. Siento lo de tu mamá, aprovéchala todo y no sientas que algo no puedes dar, aún hay tiempo para hacerlo y ya no importa la cantidad sino la calidad.
Gracias por tu generosidad para conmigo.
Un abrazo.

Amalia Lateano dijo...

Poema de exraordinara belleza. Musicalidad y metáforas.
Sin duda, es un poema para leer y releer, para sentir y dejarse llevar por los sentimientos que envuelven tus versos. Sencillamente excepcional, estimado poeta.
Un saludo cordial
GALA GROSSO
http://amalialateano.blogspot.com

Luis Miguel Rubio Domingo dijo...

Gracias por dejarme este enlace para ir hurgando en tus escritos. Éste, tan lúgubre,me dejó muy impactado.

Daniel dijo...

Muchas gracias Zarina por llegarte a mi otro yo.
Saludos para vos.

Daniel dijo...

Gracias por acercarte Luis, poetas como vos son inevitablemente necesarios.

Saludos.

Antonio Encarnacion dijo...

Gracias poeta, por regalarle a mis sentidos el disfrute y el éxtasis con estos versos, gracias,

Daniel dijo...

Gracias a vos Anthony por tu presencia en mis palabras.

Saludos.