viernes, 25 de junio de 2010

La sutura

La sutura
dura, inmóvil, cerrada
allana la herida
cierra firme el grito,
afuera la costra
sostiene la huída
el flujo sanguíneo
que no mane, que sea menos;

ayer la hoz
hoy la palabra
ambas cegando el habla
la planicie del espanto
del amor cegado
eunuco
impotente
visceral
vomitivo.

Cada punto un ruego
un desatino.
Me dices,
ayer eras sangre hoy vino:
mareas
obnubilas
perforas
resaca menstrual
de mis noches.

Entre dos paredes
dos rostros aúllan
rebotan
revientan
sangran llantos
suturan
tejen
castran un amor
sin piedad;
el odio fue más fuerte,
nadie sobrevivió a la emergencia
en la sala de espera.

6 comentarios:

mareva mayo dijo...

A veces más de uno se vuelve destrucción...
un placer leerte.

Daniel dijo...

Incomprensible destrucción.

Gracias.

Julie Sopetrán dijo...

Qué hermoso y triste poema Daniel,
qué manera de narrar en verso esa
destrucción del amor que nos hiere.
Gracias por este poema y por tu poesía que me encanta. Felicidades. Julie

Daniel dijo...

Gracias a vos Julie, por darle vida a mis letras muertas.

Un abrazo.

Antonio Encarnacion dijo...

La sutura
dura, inmóvil, cerrada
allana la herida
cierra firme el grito...

Aveces no se puede suturar, o el dolor se impone,

gracias por esos versos.

Daniel dijo...

Se aprende a suturar poeta, quizás lleve tiempo.
Gracias por tu presencia.