domingo, 13 de noviembre de 2011

No va más

Porque es allí donde te mueves, placebo amatorio;
encordando entre tus dedos las curdas de mis deseos.
No soy partidario de tus reglas pero cuánto las amo;
cuando llegas y dejas hondonadas en mis ojos,
que tanto te deshojan.
Pero cuánto te amo, así en el infortunio como en la huida;
así en la impronta y maloliente ruleta de la vida
que siempre se detiene en el verde cero
como aquella bola de plástico
que arrojo en mi desmedida ambición.
A ella voy por mi bancarrota,
revolviendo los bolsillos cargados de eufemismos
de un irónico y pútrido azar
donde mi suerte no tiene suficiente apuesta
para desbancar tu insensible indiferencia de crupier,
de insobornable dama de hierro.