martes, 20 de diciembre de 2011

Puercaristía para gorgojos hambrientos

Suele contar hombres
en las noches insomniogminiosas
junto a los tres puerquitos camellando sueños
lamiéndole el rabillo a diezmenguados bolsillos
una viejecita apuesta sus ahorros
a las costillas rojas del cazador noelizado
que gloria la estrella de un pino
Je ne comprends pas

el trineo el trineo

benedicto conjuro de fumatas
lacrados a las cuentas del infierno
bebió el vino puercarístico
sin derramar una gota de hipocresía
en el blanco pan opioso de mentescatos

santas petunias batrman
llena mi brindis de pescados
reparte las migajas entre los gorgojos más hambrientos
que pululan en la mierda
que la mierdicordia sea tu proclama
cette merde cette merde

je ne comprends pas cette merde cette merde
feux d’artifice so fucking

sábado, 10 de diciembre de 2011

Pordioseros comunes de un sistema

Arrojé mi saco al aire
como sólo se arroja un saco al aire;
no importó la forma entonces.
Vi como se estrellaba torpemente sobre una mata espinosa;
sus formas dejaron de ser estrictas, sobrias;
hasta me imaginé un diario de envoltura arrojado por el viento.
En el parque todos arrojaban sacos al aire;
las matas espinosas estaban cubiertas de sacos
-de diarios de envolturas arrojadas por el viento-
sacos negros, grises, rayados, fuera de época.
Cantamos bajo esa lluvia de sacos;
disfrutamos entonces
descubrirnos pordioseros comunes de un sistema
viciado de nulidad, de aberrantes apariencias.

viernes, 9 de diciembre de 2011

Pasó un deseo frente a mis ojos

Pasó un deseo frente a mis ojos
no se pudo sostener en su estéril placenta.
Desilusionado fue a caer en los pies del fracaso,
como la vida que fluye de manera veloz
más rápida que el reloj de la fortuna
que siempre gana con su avarienta banca
y se ríe a carcajadas acomodando sus fichas.
Vaya fecundidad la mía; la vida abortó
frente a mi inconsistencia