sábado, 11 de febrero de 2012

Con los pies por delante

El tuétano de la voz y su leucemia galopante
trasluce los glóbulos de las palabras
hasta volverlas invisiblemente insípidas a los oídos.
Se intenta blasfemar al menos un exabrupto
en una inexistente atmósfera que no trasmite ni siquiera un eco
que reverbere en los huesos descalcificados de la existencia.
Hacia adentro, hacia lo inexpugnable de una muerte silenciosa
caminan los pasos absorbiendo fantasmas en su derrotero abúlico.
La metástasis aleatoria de una viudez de sentidos
endurece y acumula en las arterias una plegaria necrótica.
Morir, fenecer entre bambalinas sin poder recordar
los argumentos antiguos que deletrearon ilusiones
recogiendo esqueletos de amores calcificados,
de tegumentos arborizados sobre estas paredes mutantes
que rompieron los códigos genéticos y los sumieron
en una hendidura de donde no se regresa
sino con los pies por delante, abriéndose paso en la espesura
de una última noche sin ambiciones que beber,
ni ánimos de seguir masticando la vida.

2 comentarios:

lichazul dijo...

que exquisito lenguaje Daniel,la riqueza de matices y de imágenes que creas son maravillosas

felicitaciones

es un placer leerte, pies por delante sin duda hay quienes el tiempo y las enfermedades les deja así , otros en cambio que gracias a otros de sus congéneres les deja así.


buen fin de semana

Chiqui Abreu dijo...

Esta poesía me parece excelente, pero me dule, me marchita por dentro y me quema el alma, porque sentir ese suicidio interno pesa.
Mi admiración y cariño de siempre, mi Dann, inagotable!
18mil besos,
Chiqui.-