sábado, 25 de agosto de 2012

Cianosis

Cada gramo de violentas refriegas
que adolecieron en las fauces del miedo,
hoy carecen de sustento
por el trasfigurado obraje del tiempo.
Cada simposio de piedras sobre las chapas de zinc
de mi alocado mutismo,
refrendan con solapados labios azules
un pacto cianótico que mora en la piel
donde boquean sentimentales tertulias de fango.

/Trascribo violando ancestrales secretos
-liberados de moralistas eufemismos -
la palabra natural que expresa en verbo y forma
la cobardía del lobo cazador de mentiras./

Una presea de barro por un golpe de ternura;
un extinto delirio trashumante
a cambio de un lar de velas encendidas;
un descorrer de cortinas de humo,
por un amanecer de migas recogidas:
mágico ritual de un desayuno de besos.

/Desnudo de mí mismo veo mutar la intemperie
con un cerrado aplauso de incordura.
Si hasta los vahídos del alba parecen incoloros
sobre un horizonte de piel que se aleja./

Y llueven paradojas sin consignas
y el bis no se devuelve tras la mascarada,
cerrando el telón en el penúltimo acto…

/…a sala vacía./

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