domingo, 19 de julio de 2009

Interiores




Somos tantos
que no distingo cual de ellos soy:
el de la sonrisa roja
o el de los ojos blancos.
Tal vez un poquito de todos y ellos de mi.
¿Pensarán lo mismo cuando me ven llorando?

Serán confundidos con mi máscara de espanto,
ellos saben quien soy y no me harán caso.
Juzgarán con su criterio de payaso:

- Es uno más de los tantos con su interior de llanto.

Y soy ese interior de llanto,
que pinta sonrisas a su propio espanto.

Nadie me cree pero seguiré pintando,
mientras sus rostros dibujen labios
con blancos dientes asomando
y se tomen los estómagos
de carcajadas resonando.

Y reiré con ellos… y de ellos.

Porque también me muestran sus espantos,
cuando esperan que un triste payaso
les devuelva las sonrisas
a su interior de llanto.