Fueron tantos soles escondidos
entre follajes enredados de estíos;
madreselvas abrazando muros,
amantes sin retornos, fenecidos.
Crepúsculos perdidos, ayeres
inconclusos sin la savia de los besos,
en la espera, en el frágil silencio
y en la tarde mustia que me hiere.
Hay un duelo infinito que sostiene;
la languidez reprimida del ocaso,
el zarpazo de la noche que sofrena,
la urgencia de morir en los abrazos.
Otro crepúsculo más, otro día
sumados a la cuenta de fracasos,
se han perdido tantos en la nada
que a la vida están faltándole pedazos.
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2 comentarios:
Buena imagen Siprés. Lo jodío del caso es que no podemos permitirnos perder los más bellos. Aunque sea así a mitad de pellejo.
DEL
Suelo dormirme en los laureles y dejar pasar el tiempo mirando la luna cuando es comida por las sombras, así he perdido muchos crepúsculos entre otras cosas.
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