Puede que no me veas
tejer memorias por millones de auroras
y cortes leña de mi árbol sin darte cuenta,
y caigan los gajos de madreselva
enredados en los brazos de la espera.
Preguntaré entonces al gato cojo
si te vio subir en la azotea,
quizás sin darte cuenta
tomaste el tren equivocado,
el de la vieja travesía de paisajes,
de los mismos sitios,
nuestros antiguos niños extraviados
en la fuente de los sueños.
¿Te acuerdas la palidez del sol?
¿La escarcha de la hamaca?
¿La ruta del tranvía hacia el cielo?
Había entonces medialunas de queso
y la sonrisa de un payaso
dibujaba gorriones
sobre su sombrero.
Sólo cuando el tiempo gima en las bisagras
miraré el reloj y te sabré volviendo.
Encenderé la luna
sacudiré el polvo de las rosas
sumiré en zumo de uvas las cerezas
y pondré el mantel sobre la espera.
Te veré llegar desnuda
con la sonrisa como vestimenta
simple y bella como esfinge,
reluciente lunar de estrella.
Cuando bajes a la tierra
desde tu efímera gloria,
pisarás mis huellas,
te sentarás conmigo y te leeré un poema,
hasta quizás una lágrima de esperma
fecunde el anhelo abandonado
cuando murieron los gorriones
y la ajada rosa de mi sombrero
se deshojaba por dentro.
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6 comentarios:
Cómo extrañaba estos versos... Una preciosura, Daniel. Tus musas vuleven a prendérsete del pelo para que puedas volcar tu poesía, y no sabés cómo lo celebro.
CAriños!
Mi bella Sol, gracias por tu alentador comentario; todavía mi entusiasmo de escribir está desaparecido y sin domicilio conocido. Quizás regrese, no lo sé.
Mi cariño y se te extraña.
sobrecoge y ahonda el mensaje al ir progresando en la lectura
un romántico hablante evocador en sus versos
Felicitaciones Daniel
un trabajo impecable
besos para vos
ten un domingo precioso
Paisajes de ensueño se traslucen en la delicada belleza de tu poesía, cuánto quisera regresar por ese tranvía luminoso de nubes, cuánto más esperarán los manteles limpios depositados en su minuto sediento de paciencia.
Un gran gusto leerte Daniel, tu poesía inspira, siempre bella, toda una maestría.
Muchas gracias Elisa, me gusta verte volver. Que tengas una bella semana.
Besos.
Meg, siempre, aunque nos neguemos, habrá un tranvía que nos pueda llevar hasta las nubes.
Gracias por rozar mi locura; mi cariño.
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