Pasó un deseo frente a mis ojos
no se pudo sostener en su estéril placenta.
Desilusionado fue a caer en los pies del fracaso,
como la vida que fluye de manera veloz
más rápida que el reloj de la fortuna
que siempre gana con su avarienta banca
y se ríe a carcajadas acomodando sus fichas.
Vaya fecundidad la mía; la vida abortó
frente a mi inconsistencia
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Sencillamente hermoso, Daniel. Esto es poesía.
Publicar un comentario