Del transcurrir nada queda,
los prefacios cerrados de una infancia
suelen abrirse a los ojos de una noche de cemento:
pasan de largo por la acera de los recuerdos.
los prefacios cerrados de una infancia
suelen abrirse a los ojos de una noche de cemento:
pasan de largo por la acera de los recuerdos.
En
lugares entablados, fantasmas hacen tabla
encerrados en alcoholizadas botellas;
la mano que mece la muerte
no alcanzó a tomar la guadaña;
el virus inmaculado de un infante preñado de ilusiones
encerrados en alcoholizadas botellas;
la mano que mece la muerte
no alcanzó a tomar la guadaña;
el virus inmaculado de un infante preñado de ilusiones
reposa
bajo la forma de una dádiva.
/He salido a buscarte en casas extrañas,
en pertrechos de guerras sufragadas
que dejaron saldos negativos de auroras/
en pertrechos de guerras sufragadas
que dejaron saldos negativos de auroras/
¿Dónde
estás niña de río?
Dejé dos nenúfares en tu orilla de juncos
y una nota desterrada
subiendo la cascada de las palabras.
Dejé dos nenúfares en tu orilla de juncos
y una nota desterrada
subiendo la cascada de las palabras.
/Eras
entonces en aquella jangada: prisionera de mis juegos,
la Roma incendiada con pétalos de naranjas,
una selva entre lianas y balcones de inocencia,
la Roma incendiada con pétalos de naranjas,
una selva entre lianas y balcones de inocencia,
la
fluidez de la paloma encaramada en mi espalda./
Agradezco
los rebaños que contaste para mí
cuando el sopor de los vocablos
no mitigaba el hambre de los espantos,
rellanos de alboradas sin reflejos de vida.
cuando el sopor de los vocablos
no mitigaba el hambre de los espantos,
rellanos de alboradas sin reflejos de vida.
De todo eso no distraigo mi consciente
inconsciencia
y el paso abarcador que nada abarca
pero que cubre más de una distancia.
y el paso abarcador que nada abarca
pero que cubre más de una distancia.
Más allá de las palabras: nada
1 comentario:
Hace mucho que no te leía. Como siempre, admiro tus versos. Felicidades. Y feliz 2013.
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