domingo, 1 de noviembre de 2009

Centuria de siglos

Lloverán ojos sobre la ceguera del mundo
el cíclope rey de los tuertos temblará,
alguien abrirá a la luz y se dará cuenta.
Sacará los muertos debajo de las alfombras,
los que fueron sepultados, obstruidos
en la necedad absoluta de ser impune.

Lloverá luz sobre la lluvia seca
de la selectiva aridez de la memoria,
del que recuerda olvidar cada día
que fueron tantos los que cayeron
la noche que apagaron la vida sobre la tierra,
acallando los libros y los cantos verbos.

Se limpiará el cielo de arpías conciencias,
enlodarán sus miserias en el lodo que excretaron
tantas vidas, tanto siglos cazando brujas
sumergiendo a entierros vivos los derechos
de suprema libertad, en adoquines de concreto,
sometiendo por la ignorancia de ser supremos.

Hablarán entonces las verdades de los poetas,
de los hombres y mujeres renacidos,
ya el tuerto no dominará el mundo
la lluvia de ojos será su castigo;
los de las conciencias esclarecidas, sin alfombras
serán el futuro de este mundo.


/ Antes de todo esto,
sucederán otros siglos de muertos vivos /

4 comentarios:

La abuela frescotona dijo...

triste y premonitorio de luchas por la equidad- el dolor del pasado y la hipocresía del presente, todo esta en este poema, te abrazo querido amigo

Daniel dijo...

Todo o casi todo mi querida amiga.

Mi abrazo dominguero.

LEON PLATA dijo...

Lloverá,
saltarán al precipicio los arlequines del miedo,
saludarán con sangrante sudor las conciencias libres
el paso colorido de las luces enardecidas.
Beberemos toneles enteros de nuevos tiempos,
la pavura será imperceptible trago de pasado,
el ignaro proceder de las bolsas ,que inhuman espíritus bravíos,
contemplará atónito,
sin oponer resistencia,
la resurrección del hombre,
el resurgimiento de lo humano,
Así será, Señor Poeta;
los ojos poblarán la tierra,
y el tuerto huirá despavorido...
entonces los vivos volverán a vivir.
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Su poema, Señor, imprime valor en mis latidos. Me visto de ánimo, y comienzo a dedicarme el día de hoy, a vivir.

Admiración y abrazo.

Daniel dijo...

Dichoso el que aún conserva el día de hoy, todavía está a tiempo de vivirlo plenamente.

Gracias León por alimentar mis estímulos con tu ánimo predispuesto.

Mi abrazo.