miércoles, 24 de noviembre de 2010

Si tan sólo un golpe de albur

Si tan sólo un golpe de albur
lastimara los contornos de esta hoja,
y se hicieran pies las palabras en huída
y un verbo de fuego calcinara el puñal,
con el que destruyo el canto de una rima.

Si este payaso lamiera
sus chascos de insigne melancolía.
Si brotase de su caliza boca una risa;
se abriría el pentagrama que lastima,
la sordera inviolable de un anhelo.

Brotaría la inconclusa rebeldía de un lamento
hasta preñar la exacta dimensión de un verbo;
trasgredido, mutilado, exiliado de sentidos,
que pernocta bajo cien llaves de miedos.
Podría ser un nombre, un cuerpo refulgente,
una memoria renovada sin olvidos.

Si tan sólo abrieses tus reflejos,
y el canto deseado brotase de tus cuerdas;
embellecerías lo infértil
que limita desde siglos la inculta tierra,
el páramo reticulado de mis instintos.
Castrarías sin pensarlo,
los abrojos que sujetan estos años.

Blanca tersura, mandamiento de vida,
si tan sólo llegaras cuando aclare
la garganta muda del poeta
y estimules su clítoris con palabras.
Morirían en mis versos las angustias contenidas
y saldría a recibirte halagüeña esperanza,
con los dedos en v, en señal de bienvenida.

2 comentarios:

Julie Sopetrán dijo...

Amor, desamor, ternura, fuerza, impotencia, belleza de palabras Daniel... Sencillamente genial.

Daniel dijo...

Muchas gracias Julie, es agradable verte.
Besos.