viernes, 26 de marzo de 2010

Re-generación

Pintaron mis calles,
llenaron sus banquinas de señales.
La médula gestora
trazó mis destinos;
sopló un nombre a mi oído,
habló de un dios abstracto,
calzó dos zapatos derechos
para no desviarme del camino.

Hoy transito descalzo
borrando lo escrito.
Mis ojos siguen
improvisándome.

8 comentarios:

MTeresa dijo...

Somos esclavos de la
civilización,
vivimos en sociedad
y debe primar el respeto y el honor, tal vez nos marcan
como a reses
pero somos libres como pájaros.
Un abrazo

Anónimo dijo...

Toda una moraleja la de estos versos. El cierre es fenomenal. Te felicito.

Un placer leerte. Saludos.

Daniel dijo...

Tienes razón Teresa, pero también hay que fijar límites en nosotros porque nunca dejamos de ser individuos.

Gracias por tus palabras.
Besos

Daniel dijo...

Muchas gracias Salvador; inmenso placer tu presencia.

Saludos poeta.

PITEIRA dijo...

Felicidades por esta hermosura.
Me alegro de haber encontrado tu sitio.
Un abrazo, Daniel.
Xosé M.

Daniel dijo...

Xosé; me alegra mucho tu visita, un lujo para mi casa.
Un afectuoso abrazo.

cm dijo...

Me ha encantado pasearme por tus versos, muy buen blog, muy buena lectura. Saludos.

Daniel dijo...

Muchas gracias Poética por tu reconocimiento a mi blog. Saludos.