La araña teje la urdimbre
de su tela entre los árboles;
el viento con ella no puede,
sólo la rompe el hombre.
En el telar de la vida
el hombre teje su tela;
el tiempo no puede romperla,
sólo sus propias miserias.
La tela soporta el peso
de la araña que la teje;
la tela que teje el hombre
no soporta ni su ego.
La araña teje su red para
alimentar su vida;
el hombre la construye
sólo por rapiña.
La paciencia de la araña;
su tesón y sus valores;
por tejer una y mil veces
la tela que el hombre rompe.
El hombre con sus miserias
destruye y nada repone;
y no aprende de la araña
a mantener sus valores.
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