De tanto vivir por los demás
olvidé de mi vida,
y hoy que la recuerdo,
no sé que es lo que quiero.
Tampoco sabría para que.
En la cima de mis años,
cuando el alma se duerme
ya no hay retroceso;
de los tiempos
ni de los deseos
Solo el tiempo
existe por la inercia,
de esta vida que sigue;
determinante,
inexorable.
Nada es más de lo que es,
ni más ni menos.
Me olvidé de vivir
y se pasó el tiempo,
además, ya no quiero.
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