miércoles, 28 de octubre de 2009

Vejez sitiada

El hombre con ojos vidriosos y tez de lija,
la mujer con manos de encaje y tiza,
cuerpos hacinados en la matriz del tiempo
rechazados por el orbe,
segregados por la mezquina urgencia;
gangrena que corroe impunemente
la razón sin razón del verdugo,
justicieros con cincel de jauría
desgarrando la edad envejecida,
parias que engendran padres de abandonos
a la suerte de sobrevivir en cautiverio;
clones genéticos
adulterados y egoístas
pagando con cuchillos
las espaldas que los sostuvieron
antes que fueran vidas.

2 comentarios:

La abuela frescotona dijo...

tu poema es una pintura del hoy,los padres olvidados, cuanto dolor...te abrazo querido Daniel

Daniel dijo...

Es parte de una parte de nuestra realidad mi querida abuela.

Mi abrazo.